June 11, 2018

El Nuevo Dia: Vivienda para refugiados boricuas

Hace ocho meses, el huracán María convirtió a Puerto Rico y a las Islas Vírgenes de los Estados Unidos en una zona de desastre. La tormenta le arrancó los techos a las casas y a las empresas, inundó las regiones montañosas, arrasó las carreteras, y destruyó la infraestructura crítica. La red eléctrica de Puerto Rico fue destruida. Millones de residentes se quedaron sin electricidad, sin agua potable, y sin acceso a ayuda.

Fuimos testigos de las consecuencias devastadoras y duraderas del huracán de primera mano, cuando visitamos a Puerto Rico en enero con otros miembros de la delegación congresional de Massachusetts. Durante nuestra visita, nos reunimos con personas que trabajaban fuerte para apoyar la recuperación de Puerto Rico en los hospitales, centros de salud comunitarios, y refugios. Vimos los grandes desafíos que la isla enfrentaba, incluyendo los alambres eléctricos caídos, las advertencias en las fuentes de agua diciendo que el agua no era potable, y las casas que fueron reducidas a solo paredes, sin techos, sin ventanas y sin puertas.

El huracán María destruyó más de 70,000 hogares en Puerto Rico y dañó 300,000 más. Debido a las consecuencias de la tormenta, miles de familias huyeron de la isla y buscaron refugio en los Estados Unidos, más cerca de sus familias. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), alojó temporalmente a más de 7,000 familias puertorriqueñas en hoteles en 32 estados y en Puerto Rico a través del programa de Asistencia de Vivienda Transitoria (TSA, por sus siglas en inglés).

Cuando FEMA termine el programa de Asistencia de Vivienda Transitoria el 30 de junio, muchos de los evacuados estarán atrapados entre dos situaciones imposibles—corren el riesgo de quedarse sin hogar si no regresan a Puerto Rico y si regresan, vivirían en hogares deficientes. Sin duda, las circunstancias en Puerto Rico se han mejorado, pero todavía hay apagones grandes, el sistema de salud sigue en problemas, y mucha de las viviendas aún no están reparadas. Y la próxima temporada de huracanes comenzó el 1 de junio.

La buena noticia es que FEMA tiene los instrumentos para ayudar a que los evacuados se recuperen. La mala noticia es que FEMA se niega a usar estos instrumentos. En desastres anteriores, FEMA ha colaborado con el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos (HUD, por sus siglas en inglés) para iniciar el Programa para Asistencia de Vivienda por Desastre (DHAP, por sus siglas en inglés). Este programa fue diseñado específicamente para abordar las necesidades de alojamiento a mediano y largo plazo de los sobrevivientes de desastres naturales. Fue utilizado después de los huracanes Katrina, Rita, Gustav, Ike y Sandy. El programa proporciona subsidios que ayudan a que los sobrevivientes paguen el alquiler de viviendas, un depósito de seguridad, o servicios públicos—ayuda sumamente importante mientras se establecen en sus nuevas comunidades.

Durante varios meses, miembros del Congreso han solicitado a FEMA para que trabaje con HUD para establecer un programa DHAP para los sobrevivientes del huracán María. HUD se ha comprometido públicamente a lanzar DHAP si se le pide, pero FEMA se ha negado a iniciar el proceso. El 20 de abril, enviamos una carta, junto con algunos de nuestros colegas del Senado que vienen de estados con poblaciones evacuadas, solicitándole formalmente a FEMA para que establezca DHAP. Hasta ahora, no han respondido a nuestra carta. El gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló hizo una solicitud similar, la cual FEMA rechazó.

La falta de acción de FEMA es cruel y no es la manera en que tratamos a nuestros ciudadanos estadounidenses en su momento de necesidad. FEMA está dejando a que cientos de familias en Massachusetts corran el riesgo de quedarse sin hogar. Los programas para asistencia de vivienda estatales y federales que existen ya están abrumados y no pueden tomar el cargo. Estas familias no tienen a donde ir.

Si la Administración Trump sigue dándoles la espalda a estos ciudadanos estadounidenses cuando más lo necesitan, es hora de que el Congreso actúe. Es por eso que estamos presentando en el Senado la Ley de Vivienda para Víctimas de Grandes Desastres. Esta ley exige que FEMA colabore con HUD para lanzar DHAP para los sobrevivientes del huracán María dentro de 15 días después de que se apruebe el proyecto de ley. Para desastres en el futuro, FEMA y HUD tendrían 60 días para comenzar las discusiones sobre el lanzamiento del programa. Este proyecto de ley también implementaría cambios para facilitar que los evacuados sin título de propiedad en la isla obtengan y usen la ayuda de FEMA. El representante Adrián Espaillat de Nueva York presentó este proyecto de ley en la Cámara de Representantes. Hay familias que están a punto de quedarse sin hogar y le rogamos al Congreso que actúe rápidamente para aprobar el proyecto de ley en ambas cámaras.

El día antes de que el huracán María tocara las islas, el presidente Trump tuiteó “Puerto Rico está siendo duramente golpeado por un nuevo monstruoso huracán. Tengan cuidado, nuestros corazones están con ustedes -estaremos para ayudar”. Ocho meses después, con Puerto Rico al borde de una nueva temporada de huracanes, el presidente no ha cumplido su promesa. La falla de FEMA en usar los instrumentos a su disposición, incluyendo el DHAP, para ayudar a los sobrevivientes nos preocupa profundamente. Aprobar la Ley de Vivienda para Víctimas de Grandes Desastres nos ayudaría a cumplir con nuestras obligaciones con nuestros conciudadanos que ya han sufrido demasiado.

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By:  Senators Elizabeth Warren and Edward J. Markey
Source: El Nuevo Dia